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Pareciera
que el silaje nació en Italia en el siglo XVIII para preservar forrajes para el invierno. Era un
método sencillo con microrganismos del ambiente y en condiciones anaeróbicas. Y
por más de dos siglos fue así. Se basaba en los mismos principios que los
encurtidos y biológicamente estaba relacionado con el proceso de la
vinificación y las bebidas alcohólicas por fermentación, aunque en la
elaboración de las bebidas predominan las levaduras y en la de los silajes las
bacterias.
Como
ya expresáramos en otra entrega, fue la planta entera de maíz picada, el silaje
por excelencia que universalizó este proceso de ensilar forrajes que
demandó, además, mejores y más grandes picadoras con doble picado, crackers y
accesorios de fácil regulación.
Como
el maíz se adaptaba muy bien al ensilaje no hubo problemas reales ni
cuestionamientos al proceso de ensilaje. Con la ganadería moderna, la
intensificación y la eficiencia alimenticia, comenzaron algunos problemas y
cuestionamientos debidos básicamente a dos razones: 1) que se comenzaron a
ensilar especies no aptas para el proceso de ensilaje y 2) la necesidad de
evitar pérdidas de materia seca y en especial de calidad del silaje por
procesos aeróbicos al abrir el silo, suministrar o manipular el silaje.
Los primeros silos para forrajes se reportan en el siglo XVIII, primero en Italia y luego en Europa: eran barrilles de madera con hojas pre-oreadas y compactadas que se tapaban o enterraban. Ya en el siglo XIX se utilizaban silos forrajeros de material, horizontales, como los dos que se aprecian en las imágenes y que pertenecían a La Martona fundada por Vicente Lorenzo Casares en 1889, primera empresa láctea modelo del país con 52 tambos en 7.000 ha, en la localidad de Vicente Casares, Bs. As.
Hoy, los silos que se utilizan en nuestro país son: los tipo bunker y el silobolsa®
Para mejorar la fermentación o para conservar mejor el silaje se comenzaron a utilizar Inoculantes y aditivos, que el silaje de maíz no había necesitado si se compactaba bien para dar las condiciones de anaerobiosis. Con el silaje de maíz, el gran cambio cualitativo fue disponer de silajes energéticos en volumen y de buena calidad, palatables luego de un corto período de acostumbramiento. El otro gran cambio cuali-cuantitativo se dio con híbridos con alta producción de materia seca de planta entera y de mejor calidad de la fibra derivados de los graníferos, pero diferenciando los estándares para uno y otro tipo. Los inoculantes que permitan la estabilidad aeróbica son los realmente necesarios para ensilar maíz y junto a los nuevos híbridos más específicos para silaje representan el tercer avance, en este caso cualitativo, luego de 25 años de crecimiento constante del silaje de maíz, que en nuestro país ya supera el millón de hectáreas, equivalente a 12 millones de toneladas de materia seca conservada, de las cuales 4.5 millones es grano.
Hoy, los silos que se utilizan en nuestro país son: los tipo bunker y el silobolsa®
Para mejorar la fermentación o para conservar mejor el silaje se comenzaron a utilizar Inoculantes y aditivos, que el silaje de maíz no había necesitado si se compactaba bien para dar las condiciones de anaerobiosis. Con el silaje de maíz, el gran cambio cualitativo fue disponer de silajes energéticos en volumen y de buena calidad, palatables luego de un corto período de acostumbramiento. El otro gran cambio cuali-cuantitativo se dio con híbridos con alta producción de materia seca de planta entera y de mejor calidad de la fibra derivados de los graníferos, pero diferenciando los estándares para uno y otro tipo. Los inoculantes que permitan la estabilidad aeróbica son los realmente necesarios para ensilar maíz y junto a los nuevos híbridos más específicos para silaje representan el tercer avance, en este caso cualitativo, luego de 25 años de crecimiento constante del silaje de maíz, que en nuestro país ya supera el millón de hectáreas, equivalente a 12 millones de toneladas de materia seca conservada, de las cuales 4.5 millones es grano.
Retomando a los
inoculantes y aditivos,
que como vimos son imprescindibles para otras especies de gramíneas y en
especial de leguminosas, los inoculantes
que mejoran la estabilidad aeróbica del silaje actualmente son imprescindibles
para todos los silajes, incluido el de maíz como mencionamos en el párrafo
anterior y también el sorgo. No olvidemos que en nuestro país, alrededor del 80
% de los silajes son de estas dos especies. Esa necesidad de mejorar la
estabilidad aeróbica para preservar al máximo la calidad nutritiva y la energía
de esos dos silajes, como así también para mejorar la fermentación o para
conservar mejor el silaje del 20% restante de leguminosas y pasturas en
general, en la próxima entrega haremos una síntesis de todo lo disponible en
aditivos bacterianos para silaje o también llamados inoculantes, que básicamente
ayudan a la fermentación y a la estabilidad aeróbica.
http://www.panoramio.com/user/360037/tags/Vicente%20Casares
REVISTA DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA, UNIVERSIDAD VERACRUZANA Mayo•Agosto de 2011, XXIV: 2
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